martes, 7 de octubre de 2008

Páramo deshabitado (el olvido esta lleno de nosotros)

TP 12 "texto a partir de testimonio"


Se desprendía en la tarde un gris leve y tímido que cortaba lento el lienzo rojo agrio del cielo. Era hermoso aunque cruzaba en el alma un aire de melancolía que aun era cobarde por esas horas. (Raro). En ese momento del crepúsculo fuí a ver a mi entrevistada. Tenía en el anotador preguntas, muchas preguntas, que iban a ordenar mi maleza de dudas. Toque el portero que sonó como timbre bajo una almohada… hueco. Atienden:
- ¿Hola?
- Buenas tardes… ¿señora Elvira?
- ¿Si…?
(Elvira era la dueña del departamento. Mujer de unos sesenta y largos años. Era la persona que hizo el contacto con mi entrevistada.)
- (balbuce) soy… marcos…. Yo había quedado…
- ¡Ah.! Si, si si… ¡pasa! ¡pasa marcos! Te estábamos esperando.
- Gracias.
Entré al edificio. En ese momento entendí que mi proyecto de pregunta, muchas preguntas en mi anotador, no iba a servir. Esa tregua de tiempo que te da el ascensor no basto para reordenarme antes de saludar, entrar, sentarme, poner mi mp3 en la mesa y mirarla de frente (que también era raro ese momento). Ahí estaba, ella tiene un aire semblante, altiva. Tiene una piel no pálida de nieve mas una blancura que amurallaba el rojo rubor de una piel fría. Ojos celestes firmes que miran siempre un punto fijo, es como que centra al mirar. No divaga. No mira por mirar. A veces podes estar seguro que te mira a los ojos pero si prestas atención ella te puede estar mirando (centrando) tu acne. Centra y habla. Se concentra en su punto y contesta con seguridad. No responde, te va contando un cuento como abuela que te tiene en su regazo. Tiempo después entendí que duda cuando no centra su mirada. Si hubiera tenido este dato previamente (aunque sea en la tregua del ascensor) la entrevista se enriquecía más. Ella es tímida pero es aquella timidez labrada por los años, una abstinencia de caradures, por eso cuando responde, perdón, cuando te cuenta uno puede percibir que hay algo más que no te dice, eso atrae, atrapa. Se ríe con levedad, una risa que dibuja una luna de uña entre sus comisuras, risa también labradas por los años. Ella viste con trajes y faldas rectas. Siempre usa camisa blanca con un saco, esta vez de color gris opaco como el leve gris tímido que se permite ver entre el ventanal de catorceavo piso… semipiso. Su corte de pelo no discrepa con su vestido. Tiene el pelo corto de un rubio que aun no a perdido color y consistencia en los años. Ella es irlandesa.
-Primero, antes que nada, dígame su nombre
Acnes Haverty
-Perdón, ¿como?
Ac… nes … Haverty
-¿Acnes?, ¿así como suena?
Si, Acnes
¿Y su apellido como es?
Perdón, no entendí
-Que su apellido… entendí Acnes, pero no el Havel… y no se que mas (risa)
(Comentario de la dueña del departamento)
“ ¡Haverty! Es complicado el apellido, ni yo lo puedo decir a veces bien. Acnes, mejor escribilo en el papel para que marcos comprenda.
(risas) oh, si, si… (Deletrea mientras va escribiendo) “HA” con hache… después es con “V” corta… después es “E” y la “R” y la “T” con la “Y” al final. Ahí, tome…¿se entiende?
-a ver… si, si… ah! Haverty! (risa) ¿pero acá como la llaman?
Hermana… a veces alguien llama Acnes, pero por lo general siempre me llaman hermana o hermanita

Así empezó la entrevista. Complicada. Habla con acento claro, remarca las “s” y las “p” lentamente. Comprende. A veces se queda mirando (fijo) otras veces acude a Elvira, su amiga de la juventud, para contestar. Las dos se miran, se conocen, guardan secretos y guardan años, ocultan historias. Ella vive en argentina hace más de 8 años. Es monja misionera. La congregación que pertenece es de las “Hermanas de Ntra. Sra. De los Apóstoles”, congregación que nació hace más de 170 años fundada en 1876 en Francia por el P. Agustín Planque, primer Superior General de la Sociedad de las Misiones Africanas. El carisma del Instituto es la evangelización con especial atención a África, a la educación de mujeres y niños y al diálogo con el Islam. Actualmente las religiosas son 850 de 18 nacionalidades [1]. La Hermana Haverty viajo por Irlanda del Norte, Nigeria, Ghana, Bélgica, Argentina. Tiene 68 años. Se quiere quedar en Argentina dice que encontró un lugar “¿en donde?” le pregunto, “en el prójimo” contesta sin titubeos ni miradas fijas.
Ella ha viajado mucho desde que se consagro como misionera a los 36 años. Cuando uno hace el recuento por lo lugares donde estuvo la primera impresión que causa es el asombro silencioso. Nos volvemos niños para poder escuchar lo que puede llegar a contar. Es el típico viajero exótico, pero no, ella poco y nada muestra interés por los lugares donde estuvo. No le interesa:
-¿Y entre tantos países que estuvo recuerda algún viaje en especial, alguna experiencia que quiera contarme?
Es que en realidad lo que me interesa es la gente, no me interesa en que país vaya o cual es la forma de viaje que tenga. Siempre me intereso al llegar a un lugar la gente, el otro, el prójimo, es la gente que me importa, las diversas culturas, como se manifiesta Dios en distintas comunidades. Culturas tan opuestas. A los viajes nunca di importancia, no me interesaron nunca. A mi me decían: “Acnes tienes que viajar a Nigeria” y yo iba.
Nació en Irlanda. Un país del noroeste de Europa. La Isla de Irlanda es por su tamaño la tercera isla de Europa[ ]y la vigésima del mundo. Está situada al noroeste de Europa Continental, en el lado occidental del Mar de Irlanda, al oeste de la isla de Gran Bretaña, y se encuentra rodeada por centenares de islas menores e islotes [2]. Acnes no volvió a su país, ni piensa hacerlo. Cuando se le pregunta, obvia o soslaya con otro comentario:
-¿extraña su país, su gente, su familia?
Poco
-¿Cuando se encontraba en Nigeria o en alguna aldea no pensaba en su familia?
No
¿Porque?
Mi vocación es misionar, no advertí los años que pase, sea en Nigeria o en Ghana, convivo con gente de zonas donde hay pobreza, violencias causadas por guerras, hay mucho desempleo. Nuestra misión es la educación y está dirigido a las chicas y a los niños. No he tenido tiempo de pensar en mi país. Yo fui consagrada a la edad de 36 años y a esa edad lo único que quería y he querido es entregar mi vida al servicio.
Y centra su visión en alguna parte de mi rostro y calla. El viaje para ella es el prójimo, su vocación la fue encontrando en las experiencias, no le interesa buscar nuevos horizontes o conquistar exóticos lugares. Es misionera y hay una constante búsqueda del ser en la experiencia cotidiana con los demás:
“Mi vocación se fortaleció al volver de Irlanda. Mi espiritualidad asumió una realidad más sustancial. Yo sentía que tenia que estar al lado de quienes necesitaban ayuda porque estando a su lado ellos me acercaban el misterio de Dios.
-Que es algo como de ida y vuelta, es decir, yo ayudo y ellos me devuelven la ayuda.
Si… (piensa) hay misterio de Dios en la vida de cada uno. Pero si solo me quedo espiritualmente rezando por ese misterio, con el tiempo se convierte en una campana vacía… hueca. Una campana que no suena no es campana… y el misterio de Dios se descubre en el otro, en mi prójimo y ahí Dios se deja ver (piensa) pero se deja ver como si estuviera atrás de un vidrio empañado (risas)
¿Y todo esto lo sabía en el momento de partir?
No, no, lo descubrí con el tiempo, cuando íbamos a las distintas aldeas. Yo necesitaba expresarme. Vivía en una congregación misionera, con un carisma misionero. Yo estudiaba mucho, rezaba mucho en mi claustro, pero no alcanzaba. Yo no sabía como Dios se iba a manifestar allá cuando viajara, pero tenía que estar allá. Lo del misterio de Dios en cada uno lo descubrí con el tiempo.
Ella cuenta situaciones, quien sabe si los años le hayan dejado eso: situaciones, mas que una historia cronológica y ordenada métricamente por un relato. Los mayores cuando hablan no cuentan historias, hablan de situaciones o tal vez el tiempo sea una tijera filosa que va cortando los hilos sobrantes de la memoria. En Acnes pasa lo mismo, no enarbola una historia que deja un encanto de ensoñación, habla desde las situaciones:
-¿Y desde siempre le intereso ser monja o misionera?
¡No! fue un llamado de Dios muy especial para mí.
-¿Porque?
Porque en el momento que sentí el llamado de Dios en mi vida estaba atravesando cosas muy importantes y hasta opuestas. Desde que hice mi primer viaje a Nigeria encontré en la realidad, cuando conviví con otras personas, lo que Dios me había llamado hacer
-¿recuerda ese primer viaje?
Si, era especial, tenía una emoción muy contenida porque era la primera vez que iba como misionera a un país tan distinto y desconocido para mí.
-Cuando le dijeron que iba a Nigeria. Cuénteme como se entero, como fueron esos días previos, el viaje en si… pero vamos por parte…
Fue muy especial en aquel momento (piensa) fue hace mucho (sigue pensando) recuerdo que semanas atrás había recibido una carta de mi madre que me contaba que mi padre había fallecido. Fue un dolor extraño, con El nunca tuve una buena relación que digamos, por esa relación tan distante me fui de Irlanda al norte…
-¿Se fue de su familia?
Si, si… espere cumplir 21 años y me fui a Irlanda del norte.
¿Tenia familiares allá o era porque había mejor calidad de vida?
No… tenia un novio era finales del 60… lo seguí a El en realidad… era un época donde los jóvenes atravesábamos muchas cosas mezcladas con lo político y religioso. Yo fui a al norte, a los suburbios de Belfast, era un barrio católico, muy pobre recuerdo
-¿No se llevaba bien con su familia?
Mi padre era una persona muy estricta, exigente con la religión, las buenas costumbres, de El recuerdo mucha exigencia para conservar mi fe cristiana. La fe no se impone… y me fui
-¿Vivió muchos años allá?
(piensa) hasta finales de los 70
-¿Nunca mas regreso a su casa natal?
No, bueno… hasta que me dijeron que iba a Nigeria… regrese… necesitaba regresar (hace silencio y habla como imaginándose las imágenes)
y por esos días, sentía que tenía que regresar a mi país a cerrar una parte de mi vida. También recuerdo que estaba atravesando algún conflicto con mi vocación. Me preguntaba como Dios me había llamado de tan grande a ser misionera a entregar mi vida al servicio de los demás y yo seguía viviendo en Bélgica encerrada en una congregación. ¡Yo no quería eso!
Como que se acumularon muchas cosas
¡Si! estaba muy sensible en aquellos días, la carta había movilizado muchos cosas internas en mi, ¿es como cuando tiras una piedra al agua estancada que se abre en círculos? yo me sentía así, había recibido la carta y se abrieron viejos recuerdos, tenia muchos recuerdos de mi niñez o cuando vivía con mis padres, o cuando vivía sola en Bélgica o en Belfast, fueron años muy difíciles, sin rumbo y con todo estas cosas mi conflicto con mi vocación… (piensa) Rezaba mucho por esos días. Por las madrugadas de aquella semana, llore mucho, después de la misa y de rezar laúdes me encerraba en mi claustro y lloraba.
Todo eso le paso unas semanas antes del anuncio que iría con otras hermanas de la congregación a Nigeria.
Si, si…
Entonces le avisaron.
¡Si!, así: “Acnes, vas a ir a Nigeria”
¿Que hay en una mujer que encontró su vocación a los 36 años?, ¿Qué hay en una mujer que no volvió a ver a su familia y que cree que jamás volverá a ver? Se puede unir a este destierro voluntario en buscar el epicentro de una vida consagrada en contemporaneidad con un país que atravesó una época arraigado en conflictos politos y religiosos de un lado a otro del país. Ella vivió varios años en la década del 70 en Irlanda, mas específicamente en Belfast, lugar donde fue el epicentro de años de conflicto y violencia. Buscando en esos años es posible que se pueda encontrar rasgos característicos de una mujer que encontró su vocación con más de 35 años de edad.
Porque de Irlanda quizá es la cuestión nacional de mayor duración en el mundo. La Iglesia Católica es un instrumento fundamental del nacionalismo irlandés y ha tenido incidencia directa sobre los grupos nacionalistas de mediados del siglo XIX. En el caso puntual es, el IRA que ha sido la respuesta violenta a esa lucha desigual y cruenta[3].. Hechos puntuales como “El domingo sangriento” en que tuvo sus orígenes en la Guerra Irlandesa de la Independencia (1919-21) a la que siguió la declaración de independencia. Los eventos del Domingo Sangriento han sobrevivido en la memoria colectiva[4].. A tal punto que estallo es en la época de finales del 60, época donde los jóvenes católicos de ultraderecha se enfrentan con protestantes de origen anglosajón. La explosión vino en 1968, inspirados en la lucha de los negros del sur de EEUU, jóvenes radicales en el norte empezaron un movimiento por los derechos civiles en el norte de Irlanda. Con manifestaciones pacíficas, pidieron la igualdad en el acceso al trabajo, a las viviendas, igual derecho al voto. Fueron recibidos por los unionistas con violencia. En 1969, Londres envió tropas para intentar controlar la situación.En este momento, el IRA tenía poca presencia[5].. La brutalidad de los unionistas y de las tropas británicas cambió la situación; algunos militantes del IRA sacaron sus pocas armas para defender los barrios católicos de los ataques.En 1971, el Gobierno británico introdujo el "internment", la detención sin juicio de los sospechosos, todos católicos. Frente a esta medida el movimiento por los derechos civiles realizó movilizaciones. Las manifestaciones habían pedido derechos civiles, implícitamente, dentro del norte. La opción republicana, en cambio, acertaba al identificar el estatus inferior de los católicos como resultado de la partición de Irlanda.Surgió una nueva dirección republicana, que llegó a conocerse como el IRA "provisional". El IRA "oficial" optó por abandonar la lucha armada y por participar en las instituciones parlamentarias, que hasta entonces habían rechazado. Los provisionales, incluyendo a dirigentes actuales del Sinn Féin, como Gerry Adams, reflejaron la experiencia de los jóvenes católicos en el norte, jóvenes que se enfrentaban cada día con la presencia de las tropas británicas en sus calles. Políticamente, los católicos son republicanos que luchan para separarse del dominio británico e integrarse a la República de Irlanda y unificar el país.Los protestantes, denominados unionistas, persisten en permanecer como provincia inglesa, e históricamente se han opuesto a la independencia gaélica, por sus fuertes vínculos con Gran Bretaña. La película “En el nombre del padre”, muestra los horrores tanto de estos atentados como de las torturas practicadas por Gran Bretaña. A lo largo de los años 80, quedó claro que la situación estaba estancada. El ejército británico ya había reconocido que no podía derrotar militarmente al IRA, mientras que el IRA, por muchos atentados que cometiese, no había acercado su objetivo de unir a Irlanda.En 1994, el IRA declaró una tregua que, salvo breves rupturas, se ha mantenido hasta hoy [6].
La hermana H. Acnes es contemporánea de todo este proceso y forma parte del inconsciente colectivo del pueblo Irlandés. Así y todo Acnes se fue de Irlanda y jamás volverá. Encontró lugar en el opuesto extremo de un país muy diferente al que ella creció. Se va reconociendo en cada lugar que visita, vive varios años, alejada del fanatismo político religioso de Irlanda, se pierde por aldeas nunca marcados por mapas ni trazadas por caminos. Ella fue bordando con paciencia de araña de una inusual timidez labrada por los años, tal vez oculta los fanatismos o tal vez su único viaje es profundamente espiritual:
-¿Cambio mucho su visión desde la congregación en Bélgica a la realidad de Nigeria?
Si, aun sigue cambiando. En los primeros años en Nigeria pensaba que…algo asi: “yo soy hermana misionera, voy, ayudo, me conmuevo, ayudo a las mujeres con sus hijos, pero por la noche regresaba y dormía en mi cama y yo rezaba con “ mi” Dios” al tiempo fui descubriendo que no era así estaba errada. Pero tuvo que pasar casi un año para descubrir esas cosas.

-¿Y como era? ¿El sentido no era ayudar?
(piensa) para que comprendas marcos…una vez hubo dos niños que fallecieron, eran dos, fue a la noche cuando a mi me pidieron que cuidara con otra hermana. Estaban enfermos de un virus, pero también estaban desnutridos que era lo que mas los afectaba. Yo rezaba al lado de ellos, habia llegado a la aldea no mas de 4 meses, mi hermana dijo que no rezara mas y que tomara de la mano y cuente un cuento. Yo la mire extraña, conteste: “somos hermanas mejor recemos por sus almas” Ella me contesto que mejor oración es contarle un cuento antes de que duerman. Y yo conté un cuento, cortito, no recuerdo cual. Cuando termine “y fueron felices para siempre…” uno de ello me tomo de la mano fuerte, suspiro y no se despertó mas… (Silencio) fue en Nigeria, en una aldea que no sale en los mapas, en medio de selva, se llega caminando a 15/ 20 kilómetro del pueblo mas cercano, en una cama con frazadas al piso…. Nadie se entero, al otro día fallecieron 5 o 6 niños más por desnutrición. Ahí, en ese momento comprendí… si Dios no estaba ahí con el… ¿quien? Aquel niño me enseño mas que una hora de oración.
-¿Cuántos años se quedo en Nigeria?
8 años
-tantos años me imagino que le cambio la visión de su pensamiento como hermana, con ese misterio de Dios, su relación con el otro, el prójimo…
si, bueno, siempre vamos como bote en el mar, la vida, marcos, es una constante incertidumbre, pero Dios es misterio, un misterio que se deja ver en el otro.


Ella viaja al corazón del otro porque en este constante golpeteo de las olas de la incertidumbre que hay en la vida de un bombre lo único que queda para seguir es emprender un viaje existencial en busca del otro, para calmar las olas del la desdicha. A Acnes no le importa lo lugares terrestres, los sitios o quellos viajes exóticos, aunque estuvo. Y una extraña fascinación por lo nuevo no es lo mismo que encontrar lugares en lo más remoto de nosotros, allá cuando el cuerpo se bifurca y aparece aquél páramo olvidado de un alma dehabitada. La noche se hizo plomiza en la ventana. En mi cabeza había cientos de ideas que hacían malabares de suicidio. Ella tomaba ya su ultimo sorbo de té y aquella mirada fija a empezado a divagar ... quien pueda vislumbrar un alo de luz en esa alma en ese momento que venga ya! Nadie mas que ella sabes de lugares, personas, de lejanías y hasta de melancolía. Nadie puede ya sospechar si en sus viajes fueron para alejarse o para perderse. Acnes pasara sus últimos años de vida en Argentina, yendo a Quilmes a dar cursos, a tomar el te con Elvira todas las tarde de sábado o a caminar por la madrugada yendo a misa de domingo. Yo salgo de alli, camino, abrigo mi cuello, me toma el aire que se amontona en mis pulmones y pensando si viajar es asumir distancias o como dice Acnes que viajar es encontrar un lugar ¿cual?: “en el prójimo” tal vez la distancia de los corazones es la más lejana de las distancia. Cruzaba la calle pensado en esto cuando un auto se paro con un bocinazo que descoloco todo mi pensamiento:
-¡pelotudo camina mas rápido.!
-¡anda a cagar no me ves que estoy cruzando!
Llego a la vereda y me detengo y sonrió... es verdad la peor de las distancias somos nosotros mismos. "Gracias Acnes" pienso, y mi caminata cambio de rumbo nuevamente.

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